Instalar tapa de arqueta
Cómo instalar una tapa de arqueta estanca para que funcione correctamente

Instalar una tapa de arqueta estanca correctamente es sencillo, si se ejecuta adecuadamente. No pierdas tiempo y dinero.

La característica fundamental de las tapas de arqueta estancas es su hermetismo. Se instalan, sobre todo, en las redes de saneamiento de los edificios para evitar la salida de los malos de los olores y las inundaciones causadas por los atascamientos de la red de evacuación o por riadas y lluvias torrenciales. Lo explicábamos con más detalle hace unas semanas.

En una tapa de arqueta hay dos posibles puntos de fuga: por el espacio que queda entre la tapa y el marco y por la unión entre el marco y la solera. El fabricante tiene una buena parte de responsabilidad a la hora de garantizar la estanquidad entre el marco y la tapa. En la entrada de la semana pasada explicábamos cómo afectan a este aspecto los materiales escogidos para la fabricación. Pero el papel del instalador es determinante para garantizar el correcto funcionamiento del registro. En las líneas que siguen, vamos a recoger las claves principales que nos han trasladado los instaladores que emplean nuestras tapas y las que nosotros hemos definido como especialistas en el sector durante nuestros años de experiencia.

Cómo recibir el marco para instalar una tapa de arqueta estanca

A la hora de recibir el marco de una tapa convencional, no estanca, suele ser habitual sujetarlo con masa por las cuatro esquinas, sin más preocupación. Esa técnica, sin embargo, no es suficiente a la hora de recibir el marco de una tapa estanca. No nos olvidemos que el objetivo es que no se den fugas, por lo que es imprescindible recibir bien el marco con cemento por todo su perímetro. Es importante, además, emplear un mortero estructural de retracción controlada tipo R3 ó R4 para evitar fisuras durante el secado que permitan la entrada o la salida de líquidos o gases.

Hace unos años nos llamaron de una fábrica del sector químico. Tenían un depósito subterráneo, ubicado a la intemperie, en el que resultaba muy importante que no se filtrara el agua de lluvia para preservar la sustancia que almacenaban en él. Para cerrarlo, habían instalado una de nuestras tapas que, en contra de lo esperado, estaba permitiendo la entrada de agua. En un principio se pensó que era un fallo del producto, y se procedió a la sustitución de la junta y de la propia tapa, pero aun así el problema persistía. Finalmente, tras una inspección visual, se pudo comprobar que la fuga se estaba dando por la unión entre el marco y el asfalto, que no estaba bien resuelta. Una vez corregida, se resolvió el problema.

Qué hacer para que no se den fugas por la unión entre la tapa y el marco

A la hora de instalar el registro, es habitual desmontarlo separando marco y tapa, para recibir el cerco. Incluso se suele dejar la arqueta abierta durante la ejecución de la obra y se cierra únicamente al final. Es importante mantener las roscas del marco limpias con el fin de que los tornillos entren bien y la tapa pueda presionar la junta para conseguir así la estanqueidad. Además, si la rosca se ensucia, tal vez podamos meter los tornillos, pero va a ser casi seguro que más adelante no podamos sacarlos. El ambiente polvoriento de la obra no ayuda, por lo que es fácil que acabe entrando suciedad en los alojamientos de los tornillos.

Por eso, es imprescindible que cada vez que se separe la tapa del marco, ya sea en el momento de la instalación o para cualquier labor de mantenimiento, protejamos las roscas del marco. La manera más sencilla es volver a enroscar los tornillos en su sitio. Conseguiremos dos cosas: que las roscas se mantengan limpias y ¡no perderlos!

¿Cómo se consigue la estanqueidad?

No debemos olvidar que la estanqueidad se consigue gracias a la acción conjunta de la goma y los tornillos. Los tornillos, al apretar la tapa contra el marco, presionan la junta que sella la unión. Por eso es fundamental que los tornillos puedan entrar por completo en su alojamiento. No es raro encontrase tornillos que sobresalen de la tapa. Si ocurre esto, la junta no está actuando y no hay estanqueidad.

Por eso mismo, es importante asegurarnos que las zonas de asiento del marco y la tapa, las que va a estar en contacto con la junta, estén bien limpias y que no haya en ellas restos de masa, polvo o piedrecillas, por pequeños que sean que impidan un buen contacto entre la junta y los dos elementos rígidos.

No hay que olvidar lubricar los tornillos en el momento en que cerremos la tapa, de forma que cuando tengamos que volver a actuar en la arqueta estos puedan moverse más fácilmente.

En Maco fabricamos tapas estancas desde 1977. Fuimos pioneros. Somos especialistas. Nuestras tapas permiten mantener la arqueta localizada, accesible y herméticamente cerrada.